
Arrebato es una película maldita. ¿Y esto porqué? Por varios motivos: En su día no fue en absoluto acogida ni por el público ni por la crítica, apenas tuvo un estreno digno en las salas de nuestro país, y su director, Ivan Zulueta, no volvió a dirigir ninguna otra obra tras finalizar el rodaje de esta película.
¿Quién es este tipo? ¿Quién es Ivan Zulueta? Ivan Zulueta ni si quiera se llamaba así. Su verdadero nombre era Juan Ricardo Miguel. Tan solo dirigió dos películas: "Un, dos, tres... al escondite inglés", un musical de toques cómicos que narra la historia de un grupo de jóvenes músicos que han de representar a España en un festival de música, y que harán lo posible por boicotear una canción que no les gusta; y "Arrebato", el film que hoy nos ocupa.
Y bien, ¿qué hay que Arrebato? Arrebato narra la historia de un director de cine en plena crisis tanto creativa como personal, que carga a sus espaldas con la relación amorosa que tiene hace años con una joven enganchada a las drogas. Un día José, el director, recibe un rollo de película y una cinta de parte de un joven al que tan solo ha visto dos veces, obsesionado con encontrar la esencia del cine y el ritmo perfecto y adecuado para rodar.

No digo más. No destripemos. El caso, la cuestión: Arrebato es considerada por muchos como la obra de culto clave en la historia del cine español. Nunca antes se había hecho nada similar en el cine de España.
La película logra crear una atmósfera increíble, depresiva, que te agarra desde el primer hasta el último minuto. Las interpretaciones de Eusebio Poncela y Cecilia Roth son rompedoras, así como la de Will More, el joven obsesionado con el cine. El film habla del proceso de creación, de la inspiración, de “la pausa”, que, como bien dice Will More, es “el talón de Aquiles, el punto de fuga, nuestra única oportunidad”. Ese momento en el que todo se detiene, como cuando éramos niños, capaces de pasarnos horas mirando un cromo de nuestro álbum favorito.
Arrebato es rompedora, destructiva, dura, difícil de ver, pero NECESARIA. Todo aquel que se precie de ser un cinéfilo empedernido debe verla. Todo aquel que busque crear arte y comprender todo el proceso artístico quedará totalmente “arrebatado” con el film de Zulueta.
Nota: 9





